sábado, 12 de febrero de 2011

¿Qué está pasando? X.


Poderoso Caballero es don dinero.


Como durante este escrito he sugerido, para no perder el hilo, es mejor leer los textos anteriormente presentados.


Ya vimos la base ideológica en que se basa el imperio. Baste aclarar que no se habla de imperio a un país como tal sino más a un conglomerado de multicorporaciones empresariales que aun dominan a los países, de manera económica, social y política, pero continuamos estudiando en cuales negocios fundamentan estos imperios para subyugar a los países subdesarrollados.

El negocio de la guerra y el tráfico de las armas.

En la actualidad, se destinan para los gastos militares unos 900.000 millones de dólares anuales aproximadamente, en todo el mundo; una enorme cifra que permitiría practicante solucionar enormes problemas del planeta incluyendo el tan mentado y difundido calentamiento global.


Es interesante ver que las guerras se desarrollan cuando se inician las crisis económicas que las hacen especialmente bienvenidas. La inyección de gastos de guerra, destruyendo ahora y reconstruyendo después permitirá que se mantenga la intención suficiente para evitar la recesión y que por ende se pueda conceder un respiro importante mientras se da salida a la producción militar y después civil.

Como es lógico, nuestra civilización continúa apostando a la industria militar como el mejor estabilizador macroeconómico. La producción y venta de armamento, la preparación de la guerra y la intervención militar convierte a la industria militar en un poderoso ítem de factura económica para los países productores de armas, quienes son los fomentadores de las guerras en el mundo. Es decir, tengo un producto, debo estimular el mercado para que sea consumido.


Un ejemplo de lo antes escrito, son las crisis económicas que anteceden a la primera y segunda guerra mundial, recordemos que en ese entonces se sufría la recesión de principio del siglo XX y finales del siglo XIX, o la crisis económica de los sesentas y cincuentas que llevaron a la guerra de Vietnam, y más actual las crisis generadas en los inicios del siglo XXI lo que desató la guerra del Golfo.


Por otra parte el negocio de las armas, también tiene otro frente no menos importante para continuar provocando guerras en países del tercer mundo; se trata de seguir controlando territorios por motivos comerciales o políticos, por ejemplo las constantes refriegas velicas en países africanos como el Congo y Sudán, como lo expone el Investigador Daniel Estulin en su libro ¨ Los Señores de las Sombras ¨ el cual recomiendo su lectura.


En el Congo se encuentra los yacimientos más importantes de COLTAN, metal con características sin igual para los microcomponentes de los ordenadores, y todos los microcircuitos de los misiles, televisores, equipos computarizados, y para la industria aeroespacial, entre otras, de tal manera que países como China, USA, Rusia, Francia, Inglaterra, Japón, Italia, entre otros, arman pequeñas facciones de aldeanos para que aprovechando la ancestral disputa entre las tribus étnicas, se peleen entre ellos por los yacimientos y comprar armas con el anhelado Coltan, o con Diamantes, o cualquier otro metal, requerido por la industria.


En Sudan, a parte de los diferentes metales y petróleo, posee la llamada ¨Goma Arábiga¨ la cual se trata de un ingrediente de suma importancia para los productos farmacéuticos, dulces y bebidas como Coca Cola y Pepsi, por lo que la disputa la ejercen países como Alemania, Francia, USA, Italia, España, entre otros, armando las pequeñas facciones que ni ellos saben que se disputan, pero que le llenan la cabeza de cucarachas para sencillamente se peleen entre si hasta desaparecer. Que enemigo tan peligroso es el hombre para el hombre, ¡tenía razón Thomas Hobbes al enunciar ¨el hombre es un lobo para el hombre? Ustedes dirán.

El negocio del hambre.

El hambre no existe por falta de alimentos, el decir lo contrario es una enorme falsedad, sino por falta de voluntad política y escrúpulos de algunos países que han comprendido a la perfección que la desgracia de unos produce el beneficio de otros.

Hoy en día la humanidad cuenta con los medios y recursos suficientes para que ni una sola persona muera de hambre en este planeta. El 86% de la población mundial sufre hambre, el 15% restante disfrutamos del más del 90% de las riquezas mundiales.


Cada día mueren en silencio más de 100.000, personas de hambre de las cuales la mitad son niños. 2000 millones de personas humanas deben subsistir con un dólar al día, esto agregando al aumento de los alimentos más a la especulación financiera y a los juegos en las bolsas de Valores en USA y en Europa incrementa cada día este genocidio que por el momento no tiene juicio en la tierra pero con toda seguridad, si en la corte celestial.


En la mayoría de los casos, el hambre no es la consecuencia de la escasez de alimentos, sino al contrario, son los excedentes de alimentos los que fueron utilizados para desestabilizar las producciones de los países en vías de desarrollo. Los raquíticos ingresos de los campesinos en países pobres y ricos son estrujados por un puñado de empresas globales agroindustriales que controlan los precios y los mercados del grano.


Horroriza de solo pensarlo pero es una tenebrosa realidad. EL hambre del Tercer Mundo le interesa al Primer Mundo. ¨ Hay demasiados pobres en el mundo, - piensan los ricos – muchos sobran, porque con un número menor sería suficiente para mantener nuestro tren de vida basado en el consumismo y en el lujo. ¨

En repetidas ocasiones en este blog lo he enunciado y denunciado pero lo que se quiere en la realidad es que sean eliminados los pobres del mudo en espacial los que se encuentran en África, Asía, América Latina, Europa Oriental, y dejando la cantidad justa y necesaria, para continuar con la explotación económica sin correr con el riesgo de que se subleven y pongan en peligro nuestro estado de bienestar.


Claro que cuando alguien se atreve a denunciar este tipo de situaciones, como ha hecho en innumerables momentos la Iglesia Católica, o quien les escribe, se convierte en un enemigo incómodo al que hay que ridiculizar o callar sea como sea, que en último de los casos matarlo.


Recordemos que a los pobres no solo se les puede eliminar dejando que mueran de hambre, mueren también de enfermedades, o simplemente impidiendo que se reproduzcan, de esto que se desarrollen campañas de esterilización en las zonas más pobres del planeta, pero, esto es otro tema del que hablaremos más tarde.

Buenas tardes, continuo más adelante.


Para mis hermanitos los A.E y los del ENS en especial el glorioso y los pequeñitos de los Martes

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja


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