viernes, 26 de septiembre de 2008

Meditaciones Sobre la Muerte


Hola mis hermanos equipistas como están

Con base en los acontecimientos ocurridos, muchas personas con las que hable durante el tiempo que estuve en la clínica me comentaban que escribiera sobre algunas meditaciones en las que me sumergía durante el periodo en el que estuve en cuidados intensivos.

Valga este medio, para agradecerle a todos mis amigos y hermanos por sus oraciones, pues de no ser por ello lo más seguro es que en este momento no estaría con Ustedes, pero gracias a la infinita misericordia de Nuestro Señor, motivada por las oraciones de Ustedes es que me encuentro con todos ustedes, que Dios le pague sus buenas intenciones para con migo y mi familia pues se hicieron sentir con su cálida ayuda, que Dios le bendiga.

Mientras pasaban las horas en las que los galenos estudiaban mi situación bajo la lupa de una serie de exámenes que me estaban haciendo, yo profundizaba en mis meditaciones y llegué a la conclusión que nunca antes había meditado sobre la muerte, (que tal la manera de darme ánimos, la muerte,) pero creo que es un tema de fundamental trascendencia. San Agustín nos decía ¨ Si hay algo de lo que estamos seguros es que el hombre algún día morirá, porque comienza a morir desde el día que nace ¨ siendo esto una realidad, debemos entender que todos algún día moriremos, todos sin excepción.

Los animales mueren pero tiene la ventaja de que no lo saben. Nosotros lo sabemos pero el recurso del que nos aprovechamos es no pensar en esto, no queremos complicarnos nuestra vida, para poder disfrutar, de esta vida, y por esto hoy en día este tema se nos convierte en el tabú, no se puede hablar de la muerte.

Leyendo unos escritos del Santo Padre Benedicto XVI, cuando era cardenal decía que en Estados Unidos hay un periódico que prohíbe publicar artículos sobre la muerte, y ya no lo abordamos ni lo hablamos, lo obviamos cuando es nuestra frecuente compañera.

Hoy en día podremos decir que hay un proceso de desacralización de la muerte y más en esta cultura y se va imponiendo más y más la muerte Técnica sobre la muerte humana.

Antes una persona moría en su casa rodeado de sus familiares con expresiones de cariño y de constantes oraciones, tan necesarias en nuestro momento final, y hoy en día por lo general nos morimos en un hospital solos, y existen seguros que preparan todo, el cadáver lo maquillan lo visten, todo con tal de evitar el trauma de la muerte y por ende evitar la pregunta que la muerte suscita en nosotros.

En todo caso vamos a un funeral, que se convierte en una nutrida concurrencia de amistades deseosas de no desaprovechar la oportunidad de ampliar las relaciones sociales, es decir, una fiesta a un funeral no hay mucha diferencia, y al final le decimos a los que en la realidad si siente el dolor de la perdida de su familiar diciéndole con voz tremebunda ¨ la vida tiene que seguir ¨ Y después de un tibio abrazo le damos el pésame, después de eso, nos quitamos la corbata y nos vamos sin pensar más en los anteriores hechos, que a nosotros también nos pasará lo mismo.

La muerte técnica que en la actualidad prevalece sobre la humana, incluso hoy incineran a los cadáveres, y no es que la Iglesia prohíba la Incineración, es más, el Catecismo de la nuestra Iglesia la admite, pero siempre y cuando las cenizas sean depositadas conforme la Iglesia lo plantea, y esto tiene un fundamento, pues, se piensa que estas cenizas van a resucitar.

Es curioso ver que antes pedíamos en las letanías que Dios nos librara de la muerte repentina, y esto tenía lógica, pues, tendríamos tiempo de una buena confesión, una comunión, hoy en día lo que se quiere es justamente morir de una manera repentina, sin dolor, para no pensar y quitarnos el trauma del dolor y de la muerte, y esto es ocasionado, porque nos están quitando la idea de la existencia del más allá y esto es grave, por que si el más allá no existe, entonces tenemos que ser felices en este mundo cueste lo que cueste, y por eso nos estamos educando en el más espantoso de los egoísmos. Tenemos que ser felices y se nos da lo que deseamos y hasta lo que no queremos, todo con el fin de satisfacer las ansiedades y las necesidades de lo material.

Esto es muy grave. Si nos preguntamos sobre el aumento de los suicidios en el mundo, créanme, esto tiene que ver. Esta noticia de los suicidios no sale en los periódicos o en los medios de comunicación, por evitar el efecto contagio, pues está comprobado que esto es contagioso, en muchos países como Japón por ejemplo, hay un contagio colectivo, y por otra parte la Iglesia, podría decir que también tienen miedo, de predicar sobre el más allá, a enfrentarse con el tema de la muerte. Recordando un Teólogo protestante Yirglen Morgan ¨ Una iglesia que no se atreve a predicar sobre el más allá es una Iglesia que ya no tiene nada que decir a este mundo ¨ y de alguna manera estoy de acuerdo, porque una Iglesia que no predica sobre el más allá, que pierde ese coraje de enfrentarnos con lo que en cualquier momento encontraremos, la muerte, su enseñanza queda coja, floja, podría decir que empieza a perder la sal.

Hoy en día nos rodean una serie de ¨ filósofos y teólogos ¨ que no se atreven a plantearse el tenebroso tema de la muerte y en lo personal, a un filosofo que no se atreve a plantearse el tema de la muerte, me deja mucho que pensar sobre su pensamiento, y no le reconocería el título de filosofo.

Miguel de Unamuno, decía ¨ si después de esta vida nos espera la nada, entonces esta vida es una injusticia, un desperdicio ¨ Yo no quiero morir, quiero vivir siempre, yo Carlos Eduardo Roman quiero vivir, ese pobre que soy, un simple pecador amado por el Señor, quiero vivir y por eso me tortura el problema de la duración de mi alma, de la mía propia.

Un filosofo Español llamado Julián Marías, decía, ¨ el que afirma que no existe el más allá es que en realidad no ha amado nunca a nadie enserio en este mundo ¨.

La primera pregunta que me hago sobre este tema es ¿hay certeza que existe el más allá? o es simplemente una opinión, porque muchas veces tenemos un concepto erróneo como lo leí en un escrito hace poco que la Fe es una opinión, y no, la Fe no es una opinión, es un confiar en Dios, que para este caso es válida esta afirmación, y la Fe también tiene una certeza, se basa en una certeza.

Es importante hablar de estas certezas porque este punto dentro del tema que nos ocupa se habla muy poco, y aunque sean misterios en el fondo siempre hay certezas. Pero volvamos a la pregunta ¿tenemos la certeza del más allá? y la respuesta es un rotundo SI.

Tenemos dos certezas primero: que todos los seres humanos tiene un alma inmortal, y de esta certeza el deseo que nace en nosotros de inmortalidad. Nuestro Señor dijo una frase que vale como un claro ejemplo, la encontramos en Mateo 10, 28, ¨ No tengan miedo a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el ama, temed más bien al que puede perder el alma y el cuerpo en el fuego.? ¨ El bendito Señor está diciendo que el Cuerpo puede morir se puede matar pero el alma no, el alma es inmortal, es más podemos probar que el alma existe y es inmortal.

¿Y que pruebas tenemos de esto? Y la respuesta es muchas, Santo Tomas dice en la Summa cuestión 118 artículo 2 ¨ Nuestro cuerpo los recibimos de nuestros padres y se puede generar porque el semen se puede dividir y por tanto se puede generar, ¨ nosotros podemos decir que los cromosomas se pueden dividir, por lo tanto nuestro cuerpo se genera, porque se divide el cromosoma de nuestros padres, pero el alma es espiritual no tiene partes en el espacio como la materia y no se puede dividir y por lo demás NO SE PUEDE GENERAR, y solo puede existir en nosotros como fruto de una creación directa de Dios, y esta es la doctrina de la nuestra Iglesia, no solo porque es de Santo Tomas, sino porque está sumergida en nuestro magisterio a lo largo de toda nuestra historia.

Pero hay más, pruebas, veamos: otra prueba es la libertad, ¿que es la libertad? La libertad es la capacidad que tiene el hombre para autodeterminarse, yo me determino a ser esposo o no serlo. En los genes estoy determinado por mis padres, por las características que heredo de ellos, en mi caso, lo excesivamente guapo y atractivo que soy, pero aparte de esto hay en mi una capacidad de autodeterminación o libertad, (perdonen por lo de excesivo, si, se que es una exageración, como dicen en el argot popular, ¨ alábate pollo que mañana te matarán ¨) por lo que lo manifiesto en la autonomía de decidir estar escribiendo esto, entonces si nos determinamos nosotros quiere decir que hay un principio en nosotros, que trasciende lo genético, y eso es el alma y por su trascendencia es espiritual.

Otra prueba de esto, y que es la que más me gusta por su claridad es la siguiente; viendo una vez unos libros de arqueología empecé a observar las pinturas rupestres encontradas en la costa francesa en una cueva submarina que en la antigüedad estaba fuera del mar, al parecer tiene más de 30.000, años, vi caballos, bisontes, unos venados que al parecer eran gigantes, en una escena el cual unos hombres primitivos cazaban, y pues, estos primitivos al parecer pintaban sus experiencias cotidianas, pero, ¿como sabemos que son hombres los que pintan estas figuras?, bien, es claro, porque los animales no pintan, ¿y porque no pintan?, porque un hombre no pinta un caballo si no tiene un concepto abstracto de caballo, y cuando digo concepto abstracto de caballo no digo que estoy fuera de la realidad, digo que el concepto abstracto se hace con un conocimiento superior al sensible que tiene los animales, y que por su operatividad desarrolla todo un universo sensible sobre el caballo, el olor, el color, y con base en esto lo percibimos con los sentidos, nos quedamos con el concepto de caballo, un cuadrúpedo. Prescindimos entonces, de todo conocimiento sensible y llegamos a un conocimiento abstracto, pero debemos tener en cuenta que abstracto quiere decir trascendente, es decir trascendemos el conocimiento sensible y esto confirmaría que dentro de nosotros tenemos un principio de conocimiento trascendente y esto es el alma.

Ahora bien, el hombre como ser humano adquiere hábitos, y lejos de lo que piensa la gente sobre los hábitos al decir que son actos repetitivos, podemos especificar a los hábitos, como una cualidad estable de las potencias del alma humana, en otras palabras es una acto de autodeterminarse o de libertad, por eso los animales no tiene hábitos, porque todo hábito se relaciona con el paso de la potencia del alma al acto, por ende trasciende.

Pero sigamos, entonces existe el alma humana, siendo trascendente a la materia, no se puede dividir y tampoco puede perecer, y en este punto entramos al tema ¨cuchicusesco ¨ la resurrección de nuestros cuerpos, veamos la Biblia, San Pablo se preparó el mejor discurso de su vida, que la podemos ver en el capítulo 16 del libro de los hechos de los apóstoles, San Pablo pensó que si se va a Atenas en Grecia y logra convertir a los filósofos griegos, pues de seguro se convierte toda la cultura, fue en el pleno areópago donde promulgó un discurso magistral, captando la atención de todos los filósofos e intelectuales de la ciudad, pero, su exposición, pese de ser magistral, fue un rotundo fracaso, no se convirtieron más que un tal Dionisio y una mujer, entre dos o tres más, ¿porque este fracaso?, bueno, al parecer le falto, lo que llaman los Yupis de las principales empresas, ¨ el mercadeo,¨ pues, el emprendedor apóstol se le ocurrió hablar de la resurrección de los cuerpos, a unos hombres con pensamiento platónico, y estos filósofos le dicen, (Ya me lo imagino), ¨ ¿resurrección de los cuerpos? Para que si los cuerpos no nos dan más que problemas los tenemos que alimentar nos causan dolores y enfermedades, pero, pero que carreta dices tu, de esa resurrección de los cuerpos, si como no, ¨ y con tremendas carcajadas se retiraron, y fracasó. Los filósofos platónicos desprecian el cuerpo y por ende no querían oír hablar de esta resurrección, vaya, el mejor discurso que se preparó y el mayor fracaso que en su vida aconteció.

Pero en la primera carta a los corintios, capítulo 15 habla de la resurrección en unos términos impresionantes. Se enteró que los corintios que también eran griegos no creían en la resurrección de los cuerpos, y enfadado se veía el recio apóstol, me imagino su enfado dirigiéndose a la iglesia de Corintio, ¨ y si hay algunos de vosotros que no creéis en la resurrección de los cuerpos, les digo, que si no resucitan nuestros cuerpos, tampoco Cristo ha resucitado y si Cristo no ha resucitado Vana es nuestra fe y vana es nuestra predicación y somos los mas idiotas de todos los hombres por que aun estamos en nuestros pecados, pero les comunico lo que yo he recibido ¨ - y en esta parte vemos el primer credo Cristiano - ¨ Que Cristo murió por nuestros pecados que fue sepultado que resucitó al tercer día segundas escrituras, que se apareció primero a Quefas luego a los doce luego a más de quinientos hermanos por fin a mi que soy el aborto del Cristianismo,- de esto no se duda,- por que entonces somos los más imbéciles del todo el mundo, pero tenemos el testimonio de las apariciones entre ellos el mío y por eso soy apóstol.¨

San Pablo dice en carta a los Romanos capítulo 11 ¨ Aquel Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, ese mismo Espíritu dará vida a nuestros cuerpos mortales, el espíritu que habita en vosotros. ¨ siendo así tenemos la certeza de que nuestros cuerpos van a resucitar y seguramente nos preguntamos ¿Y como? Y es cuando pienso en San Agustín, Doctor de la Iglesia - ¨ no hay dogma cristiano que rechacen tanto los paganos como el de la resurrección de nuestros cuerpos, ¨ (y al que le caiga el guante que se lo achante) y es cuando a esos paganos les responde tres cosas: 1- que el que resucita nuestros cuerpos es el que los ha creado de la nada y si tiene poder para crearlo de la nada también le sobra poder para resucitarlos, (¡que tal ha!) 2- Le digo también, que los resucita Cristo, Aquel que hizo milagros en este mundo por encima de las leyes de la naturaleza que resucitó a un tal, Lázaro, al hijo de la viuda de Naim, ese mismo Jesucristo que hacia milagros con un poder sobre natural, resucitará nuestros cuerpos corrompidos en la tierra, y San Pablo coloca una comparación ¨ Así como una semilla que se pudre en la tierra, de esta semilla surge un árbol florido, Así de nuestro cuerpo corrompido en la tierra surgirá también un cuerpo glorioso como el cuerpo resucitado de Cristo. –

Pero ¿entonces en que se basa nuestra Fe para creer en los cuerpos gloriosos? Se basa sencillamente en la resurrección de Jesucristo, sin más sin menos.

Pero me parece que es propicio un par de detalles de la resurrección de Nuestro Señor que aclararía un poco más este tema, déjenme disfrutar el capitulo 20 de San Juan. María Magdalena camina en ruta hacia la tumba donde reposaban los restos de Jesús y se encuentra el sepulcro abierto y vacío, la mujer se entristece y corre a decírselo a los Apóstoles Pedro y Juan corren al sepulcro llega primero Juan que era más joven y dice el evangelista que Pedro llegó y vio las vendas en el suelo, luego entró Juan vio las vendas en el suelo y creyó( Valga el resumen) pero esta parte del evangelio si no se lee en griego no se entiende, porque en griego no dice las vendas en el suelo dice la vendas KEIMENA y keimena significa, echadas, desinfladas, entonces Juan comprendió que no se lo habían robado, sino que creyó en la resurrección, y es claro porque fue Juan el que acompaño a su Maestro a la Tumba, fue él, el que colaboró en colocarle las vendas, fue Juan el que contribuyo en dejar el cuerpo de Jesús en el Santo sepulcro, recordemos que fue Juan el que acompaño a Maria en la crucifixión, es muy claro.

Juan conocía como estaban atadas las vendas por eso cuando las vio desinfladas creyó. Es como si el cuerpo de Jesús atravesara las vendas sin desatarlas, por eso creyó, su propio testimonio.

Otro detalle, Las Mujeres, quienes fueron las primeras en verlo, y de seguro preguntarán, ¿Porqué no, que tiene de malo? Bueno en aquella sabia cultura, (perdón, no es por echarle vainas a las mujeres, pero que le vamos hacer, así eran en esa época) las mujeres no podía dar un testimonio, ese testimonio no era válido, me imagino que por aquello del chisme, bueno, hay cosas que a través del tiempo no cambian, nunca se llevaba a una mujer a rendir un testimonio a un tribunal, y por lo tanto nadie se puede inventar dentro del cristianismo que el hecho más importante de nuestra iglesia, la resurrección de Cristo haya sido visto por una mujeres, si se inventan el acontecimiento ponen como testigo a Pedro lo que le daría credibilidad, o a la Virgen María incluso, pero a unas Mujeres, definitivamente Jesús es muy PILO, eso quiere decir que este testimonio de las mujeres no es inventado.

Que importante es estudiar los evangelios con lupa, al detalle con sentido común que por desgracias es el menos común de los sentidos. Estudiarlos con base en el realismo clásico, no por lo que digan algunos, dizque llamados teólogos que en la realidad son esparcidores de errores que suelen más confundir que aclarar.

Yo cada vez que me sumerjo en estos temas creo más, es como si entendiera del porque, en general.

Bueno, entonces vemos que en la realidad existe el más allá, pero, ¿Qué pasa después de la muerte?, Vaya, la verdad no tengo ni idea, pues nunca he estado allá, pero algo me imagino, veamos; dice el catecismo de nuestra Iglesia. Cada hombre después de morir recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo viene a través de una purificación, bien para entrar definitivamente a la bienaventuranza eterna o bien para condenarse para siempre, catecismo de la Iglesia Católica 1022.

Lo anterior es lo que llamamos el juicio particular, en este momento nuestra alma que es inmortal entra en este juicio y nuestro cuerpo resucitarán al final de la historia con la última venida del Señor, primera de corintios 15, 23 Cristo ha resucitado como primicia después nosotros con su última venida, primera corintios 4, 16 dice lo mismo, y Juan 6, 54 el que come mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna y yo le resucitaré el último día, lo sé porque a mi esposa le encanta esa canción.

Detal manera que estamos en el juicio particular, y tenemos una situación de cielo, de purgatorio y de infierno.

De el Cielo- dice el catecismo, - Los que mueren en gracia y en amistad de Dios y están purificados, viven para siempre con Cristo, son para siempre semejantes a Dios porque lo ven tal cual es. Cara a Cara. Fue la resurrección y asención de Cristo los que abrieron el cielo Cristo rompió el tiempo y abrió el cielo asociando a su glorificación celestial a aquellos que han creído en El y han permanecido fieles a su voluntad. Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad esta vida de comunión con ella, con Virgen María los Ángeles y los Santos se llama el cielo. Vivir en el cielo, dice San Pablo es estar con Cristo.

Bueno pero que es esto, ¿aburrimiento? Digamos que todo lo contrario, porque en este mundo vamos buscando una felicidad infinita, la prueba es que las cosas que conseguimos, o la realización de nuestros sueños no nos apagan nuestro deseo de felicidad, porque una vez que lo conseguimos tenemos que comenzar de nuevo, pero esto que prueba, decía Santo Tomas, que estamos buscando una felicidad infinita que no encontramos en este mundo, por mucho que se tenga en este mundo siempre tendremos un vacío, por lo anterior el cielo es el encuentro de esa felicidad infinita, con la belleza infinita con el portento del universo, por esta razón el encuentro con Dios no es posible el aburrimiento.

El aburrimiento es posible aquí porque las cosas de nuestro disfrute son limitadas. Me acuerdo cuando compre mi carro Daewo Núvira, que carro, todo un toro, que fuerza, color azul turquesa, de una comodidad, lo polichaba dos veces ala semana, casi paso mis cobijas al garaje del edificio pero no lo hice, que pensaría mis vecinos si me ven durmiendo en el carro, de seguro pensarían mal de Ana Maria, de todas manera me iría mal, pero después de un tiempo ya casi no le ponía atención y policharlo me era harto, y la verdad este carro ya no tenía secretos para mi y es así que comienza el aburrimiento. El aburrimiento es propio de este mundo pero cuando veamos la belleza infinita no será así, porque eso será la culminación definitiva de nuestro deseo de felicidad, Santo Tomas le llamaba la bienaventuranza. Esto será la plenitud siempre nueva por que nunca se agotará. Bueno y creo que siempre que lo trate de explicar me quedare corto.

EL cielo es el encuentro con Cristo Victorioso, Cristo Pantocrátor, en este mundo se puede reír de Cristo, Hasta negar la resurrección, si se quiere, se puede decir que resucitó en espíritu y hasta decir que los evangelios son fábulas, que sería lo mismos que decir que Cristo es mentiroso, se puede blasfemar, y Jesucristo se calla, a Cristo se le puede matar, y Cristo se calla, se le puede escupir, y Cristo se calla, y podemos decir que Cristo pierde muchas batallas por que respeta nuestra libertad, pero en el cielo será Cristo quien ha vencido a todos sus enemigos. Cristo Rey, en la liturgia celebramos la fiesta de Cristo Rey, porque es Rey aunque no reina en este mundo, porque el reino ya ha comenzado, aunque de forma oculta y misteriosa y explotará en el cielo, y en el cielo nos encontraremos con ese Cristo Victorioso, bueno, los que alcancen a llegar.

Yo, bueno, espero llegar, y poder abrazarme a sus pies y que el me diga te estaba separando, cuantas obras me traes. A cambio daría todo lo que tengo no me interesa, solo ese abrazo, es de mi interés.

De seguro en el cielo nos encontremos con contadas personas que conocemos y que nos han salvado y disfrutaremos de su presencia y su compañía, en fin, nos quedaríamos dando alguna explicación sobre tan hermoso estado.

Ahora Hablemos del purgatorio, este también es un dogma de Fe, y al purgatorio dice el catecismo 1030, - los que mueren en la gracia y en amistad de Dios, pero imperfectamente purificados aunque están seguros de su eterna salvación sufren después de su muerte una purificación a fin de obtener la santidad necearía, para entrar en la alegría del cielo.

La Iglesia llama purgatorio a esta purificación al final de los elegidos que es completamente distinta al castigo de los condenados. Dice el Santo Padre, ¨ El Purgatorio es lo más lógico del mundo.¨ ¿porque,? bueno porque es completar la santificación que no hemos conseguido en este mundo, si morimos en gracia de Dios pero aun no hemos llegado a la santidad, el purgatorio es un proceso de santificación a través de una purificación, pero debemos entender que es un estado de salvación, simplemente si llego al purgatorio me sentiré salvado porque este estado solo tiene una puerta de salida y es el cielo.

Por último el temido infierno.- Dice el catecismo.- Jesús habla con frecuencia de la Hedna y del fuego que nunca se apaga o el crujir de dientes, reservado a los que hasta el fin de su vida rehúsan creer y convertirse y en donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo. Jesús anuncia en términos graves que enviará a sus ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad y los arrojarán al fuego eterno y anunciará la condenación- ¨ alejados de mi, malditos porque para Ustedes esta preparado el fuego eterno. ¨ se trata de un dogma de muchos concilios incluyendo el concilio Vaticano II y dice más el catecismo- ¨ la enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y en este estado sufren las penas del infierno en el fuego eterno. La pena principal del infierno consiste en la separación total de Dios, morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección.

Este estado de autoexclusión, definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno.
Bueno, es importante entender que Dios NO ha creado el infierno, podemos decir que el infierno nació el día en que los ángeles se revelaron contra Dios son ellos, y está donde ellos están y el Demonio existe. Del demonio en el nuevo testamento se hablan 500 veces aproximadamente.

Es interesante, para entender algunas cosas sobre nuestra Iglesia, me toco estudiar algunas cosas sobre este perverso personaje, el demonio, y lo más interésate, es que son muy pocos los sacerdotes que tocan este tema tan importante, es más, algunos tiene la desfachatez y herejía de decir que el demonio no existe, convirtiéndose así en coparticipes de sus maturrangas diabólicas.

De tal manera que el demonio y el infierno es un realidad, por lo tanto podemos decir que el infierno es un estado de autoexclusión, es decir, se condena uno, no por tener unos pecados mortales, cuanto por el hecho de no querer arrepentirse de ellos, pero, ¿y porque? Porque Dios se goza perdonándonos, sean cuales sean los pecados, dice Cristo. ¨ Hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por 99 que no necesitan arrepentimiento.¨ Dios no va a salvar a quien no quiere ser salvado, pues el pecador en su soberbia reniega de la salvación, se consume en el infierno.

Debemos preguntarnos si tenemos capacidad de arrepentimiento, es muy importante que lo hagamos, el tener esta capacidad es no temer al infierno, pues estamos prestos en humildad de reconocer que hemos cometido errores.

Debemos aprovechar lo que tenemos y confesarnos con frecuencia. He escuchado que en muchos países ya los curas no confiesan y que se ha perdido ese sentimiento de arrepentimiento, ¡cuidado! Hoy en día nos confundimos muy fácil y entendemos las cosas diferentes a lo que en la realidad es, lo bueno es malo y lo malo es bueno, ¿si estamos en este juego que confesaremos?

Bueno, creo que hasta aquí con estas meditaciones, sobre este tema, espero que sea suficientes, además Ana María ya viene por mi y la verdad es que estoy aburrido de estar acostado, lo que si les cuento es que la experiencia es bastante incomoda, pero de alguna manera me hace meditar solo espero que este no sea el proceso que requiero para meditar sobre la trascendencia de la vida o de la muerte en este caso.

Creo que es hora de prepararme. ¿Prepararme? Ah, si, la gorda ya llega por mi.


Gracias hermanitos en un futuro si quieren les seguiré escribiendo sobre muchas cosas que medité en esos interminables días en cuidados intensivos. ¿Saben? Empiezo a creer que se trató de cuatro días de retiros espirituales, jajajajajaja. Perdonen.

Gracias, gracias a todos. Por sus oraciones, por sus buenas intenciones, gracias por quererme pues me siento con un corazón enorme para depositar el cariño de todos Ustedes, pero sobre todo le doy gracias a Dios, por permitirme tenerlos a Ustedes como mis hermanos.

¡Dios¡ Tenerlos a Ustedes como mis hermanos es tener el amor de Cristo en mi y esto lo comprendí cuando estaba en mis retiros de cuatro días, gracias mil gracias a todos que Dios los bendiga.

De un simple pecador amado por Dios para mis hermanitos.

Carlos Eduardo Roman


























El Espíritu Santo en nuestras Vidas. Edifica la Iglesia


El escrito de esta tarde es sobre el Espíritu Santo.

¡Miércoles! Cuando me entra el arrebato me entra enserio y tengo una serie de cosas en la cabeza con base a lo que he leído últimamente que trataré de plasmarlas en el papel.

Vele la pena decir que parte de este escrito, son algunas meditaciones que el padre Salles me invita a meditar, en algunas cosas estoy de acuerdo con él, pero en otras me deja grandes dudas, invitándome a estudiar sobre el tema.

Tal vez lo más atractivo de Nuestro Señor, es que lo reviste una corona de misterio y para mi esto es como un merengue en la puesta de un colegio. Francamente esto es irresistible, así que en lo personal creo que Nuestro Señor como nos conoce tan bien y sabiendo lo buen pescador que es, me manda el anzuelo con una buena carnada para atraerme. Que cosa. Y como es lógico yo me dejo pescar. Pero ¿quien no se dejaría pescar? Y la respuesta a esta pregunta por desgracia es: son muchas las personas que no se dejan pescar.

Cualquiera diría, ¡que tontos! Pero decir esto sería una injusticia, porque nadie sabe con la sed que vive el vecino, y entendiendo que para uno de nosotros existe un plan de salvación diferente. El mío fue el de la pesca. Bien Mi señor, yo me dejo pescar, y gracias por atraerme a Ti, bendito seas Tu Mi Señor Jesús, y Bendita sea tu Santísima Madre la Virgen María.

Empecemos.

No es fácil hablar del Espíritu Santo, y es porque nos falta una comparación, una analogía sencilla para poder entenderlo. Todos sabemos lo que es ser padre y cuando hablamos de Dios Padre, de alguna manera sabemos que quiere decir esto y cuando decimos que Cristo es el Hijo, entendemos también esto.

Pero cuando hablamos del Espíritu Santo no entendemos muy bien porque no tenemos una analogía sencilla y es en este punto donde radica todo el problema. Bueno, para mí se me convierte en una enorme incógnita.

Bueno como pueden ver, tengo otro arrebato de inspiración, Que cosa, espero que les guste, hay les va.

San Irineo en el siglo segundo, decía que el Espíritu Santo actúa como el agua que cae sobre el campo y por esta función hace germinar las plantas para luego desaparecer. Esto podría decir que se asemeja a las actuaciones del Espíritu Santo que cae sobre nuestra Iglesia y da vida a todo lo que requerimos para crecer espiritualmente, pero he de decir que este ejemplo se queda corto, porque el Espíritu Santo actúa de manera contundente y no se le puede asemejar al agua, sin embargo este ejemplo vale la pena.

El Espíritu Santo es Aquel que nos adhiere a Cristo, nos introduce en Cristo como sarmientos en la sepa, y una vez que estamos en Cristo participamos de su vida filial, es decir, que somos amados por Dios Padre, en Cristo, y dentro del mismo amor con que el Padre ama a su Hijo Cristo, a esto le llamamos la vida de la gracia que el Espíritu Santo engendra dentro de nosotros, esto es una vida de filiación.

Esto quiere decir que el Espíritu Santo nos introduce en Jesucristo y por lo tanto nosotros somos amados por Dios Padre dentro de su mismo amor en EL que ama a su hijo Jesucristo, por lo tanto somos convertidos en hijos en el Hijo, pues, la gracia nos hace hijos en el hijo.

Pero, ¿que es la gracia?- Bien, la gracia es ni mas, ni menos que Dios Padre me ama y a cada ser humano, con el mismo amor con que ama a su Divino Hijo Jesucristo.

Cristo es el Hijo eterno del Padre, es Dios como el Padre, nosotros no, pero hemos sido involucrados por adopción en esa relación filial que va de Cristo al Padre y participamos de su filiación Divina, por eso nosotros podemos llamarle a Dios Padre del mismo modo que Cristo le llama Padre o Abba en arameo, o Papito en Español, y esta es la filiación cristiana, yo soy hijo del Padre por intermedio de Cristo con la acción del Espíritu Santo.

Por lo anterior, la función del Santo Espíritu es insertarnos en Cristo, hacer comprender la Palabra de Cristo. Introducir en nosotros el crecimiento de la filiación Divina, ser el agente de la Santidad en Cristo a lo largo de toda nuestra vida terrena.

El Espíritu Santo ha venido a nuestra Iglesia como fruto del Misterio Pascual. Podríamos decir que Pentecostés es la fiesta de la fecundidad del misterio pascual. Cristo se entrega al Padre en la Cruz, por nosotros. El Padre se entrega a su Hijo aceptando su sacrificio Y del abrazo del Padre y del Hijo hay una explosión de vida en una fusión de amor puro y simple dando paso para que habite el Espíritu Santo en la Iglesia, así como en el seno de la Santísima Trinidad el Espíritu Santo es el abrazo del Padre y del Hijo.

Ahora bien, en el Antiguo Testamento el Espíritu Santo ya aparecía, y aparecía como una realidad. La Iglesia nos dice que habló por lo profetas y actúa por intermedio de los justos, aunque sea de una manera transitoria, provisional, y preparatoria, y sobre todo anuncia la gran promesa del Espíritu Santo.

En el Antiguo Testamente no se nos habla de Dios Padre, y esto es lógico, pues, el pueblo judío era testarudo y de dura cerviz, y Dios dentro de su sistema pedagógico tenía que enseñarles la idea de un Dios único, y no se podía hablar de la Santísima Trinidad en el Antiguo Testamento porque, lo más seguro es que este pueblo habría concebido que se trataba de tres Dioses, y por ende tendrían un error politeísta.

Pero se insinúa la realidad y muchos profetas hablan de un espíritu que ha de venir que, sería derramado en los tiempos mesiánicos y que después por intermedio de Cristo descubrimos que se trata de la tercera Persona de la Santísima Trinidad.

En el Antiguo Testamento hay muchas profecías relativas al envío del Espíritu Santo como la de Joel en el capitulo III, en donde nos anuncia que el Espíritu Santo será derramado en todos los corazones y profetizaran los hijos y las hijas. El mismo profeta Ezequiel tiene la visión del campo lleno de huesos secos y nos dice que por medio del Espíritu Santo esos huesos secos recobrarán su carne y revivirán. Estando en el exilio de Babilonia, se vale de una imagen para decirnos que el pueblo volverá de nuevo a Israel para gozar de las promesas de la alianza de Dios por medio del Espíritu que lo vivificará y que se les dará sobre todo en los tiempos mesiánicos.

Otra profecía es la de Zacarías cuando ve manar el agua que sale del templo y cuando Jesucristo hace referencia a esta parte del Antiguo Testamento alude a esta agua que sale del templo como la acción del Espíritu Santo.

Pero, en el antiguo Testamento no se habla como una persona de la Santísima Trinidad y solo fue Jesucristo el que le dio esa titularidad y que el mismo Jesús se presenta como el Hijo de Dios Padre.

San Juan en el capitulo siete versículo 39 aclara cuando habla del Espíritu Santo como una persona distinta y como fruto del misterio Pascual.

Hay una referencia en el Antiguo Testamento, que me parece de las más hermosas, y es cuando Moisés con su vara toca la piedra y de ella sale agua para calmar la sed del pueblo. Bien, pues, la roca es Jesús, y el agua que sale de la roca, es el Espíritu Santo que con la palabra sacia la sed del pueblo de Jesús, es decir a la Iglesia de Cristo.

_ ¨ Os digo que os conviene que yo me vaya, porque si no me voy el Espíritu no vendrá sobre vosotros.- ¨ nos dice el Señor, entonces cuando envía el Señor al Espíritu Santo el día de Pentecostés la Iglesia es bautizada como Católica, apostólica y el Espíritu Santo es el que habita en ella como si fuera el Alma de nuestra iglesia. Es decir, si a mi me dicen que la Iglesia Católica esta viva, sin temor a equivocarme puedo decir que si.

Hipólito en el siglo Tercero nos dice que el Espíritu Santo es como un perfume que se expande en toda la Iglesia una vez se ha roto el frasco que lo contenía. Y el frasco que contenía el Espíritu es Cristo que se rompió por nosotros en la Cruz.

Ahora bien, entendiendo lo anterior, podemos preguntar cual es la obra del Espíritu Santo en nosotros, porque es una obra fundamental para nuestra vida cristiana.

Bien, no es errado decir que se trata del artífice de nuestra vida cristiana. Lo primero que hace el Espíritu Santo es traernos a Cristo a nuestra Iglesia particularmente en la Eucaristía de una forma invisible, grandiosa y real. Mucho más eficaz de la que tuvo Cristo en Palestina.

Cuando vemos al Sacerdote, que está celebrando la Santa Misa, en el momento de la consagración, adquiere una posición en la que pide al Espíritu Santo convertir el pan en el Cuerpo de Cristo y el vino en la Sangre. La oración de consagración y la postura con las manos en momento de oración se llama epíclses que significa en griego llamada, y se llama al Espíritu Santo para que nos traiga a Cristo a la Eucaristía y en las demás oraciones invocamos siempre al Espíritu Santo.

Es interesante ver la explanada en Jerusalén donde queda el muro de las lamentaciones, en este sitio se encuentra la única parte que queda del templo de Salomón, que como sabemos fue destruido en el año 70 por las fuerzas romanas de Tito, pero, tampoco se puede edificar otra vez el templo porque en este lugar los musulmanes edificaron dos mezquitas llamadas el domo de la roca, que se convirtieron en el segundo lugar más sagrado para ellos, después de la Meca, de tal manera que si los Judíos quitan las mezquitas para edificar de nuevo el Templo, estaríamos frente a la más terrible de las guerras entre judíos y árabes, y sin lugar a dudas una devastación en la cual correría peligro el futuro de la humanidad. Dios no permita esto.

Esto me recuerda las palabras de Jesús en los evangelios cuando nos dice, - ¨ Ves este templo, yo lo voy a destruir y en tres días lo reconstruiré. - ¨ anota San Juan. ¨ Se refería a su cuerpo resucitado que como sabemos está presente en la Eucaristía, y ¿que quiere decir esto,? quiere decir que allí en Jerusalén ya no está el templo de Dios, o la morada de Dios, por que después de la resurrección Cristo se encuentra en la Eucaristía. Ahora el templo de Dios está donde se encuentra la Eucaristía, que es su cuerpo glorificado, es El que nos trae el Espíritu a la Eucaristía y una vez que se encuentra en la Eucaristía nos da a chorros una fuente espiritual de Gracia, no hay presencia más eficaz entre nosotros que la presencia de Jesús en la Eucaristía, de tal manera que cuando uno tiene la fortuna de pasarse un buen rato frente al sagrario quedará marcado, no le faltará la gracia, no le faltará el don del Espíritu Santo.

Por lo anteriormente escrito podemos deducir que El Espíritu Santo tiene como función, traernos a Cristo, y llevarnos a Cristo, hacer comprender la Palabra de Cristo y entender la Palabra de Cristo. La carta de los Romanos nos dice, - ¨ nadie puede decir que esto es de Cristo sin la acción del Espíritu,¨ si amamos a Cristo es por obra del Espíritu Santo, por o tanto la pasión del Espíritu Santo es Cristo.

En días pasados, meditaba cuanto había cambiado mi vida desde que empezó mi conversión. Hace unos veinte años cuando era soltero mi vida era muy desordenada e irresponsable, pero desde que estoy orando y me encuentro con Jesús sacramentado en el sagrario por lo menos una vez al mes o asisto a misa diariamente, mi vida es radicalmente otra. El giro fue total, ya las angustias no me atropellan, y cuando falto a misa un día siento un vacío en mi corazón inexplicable, ¿puedo decir que este cambio es la acción del Espíritu Santo en mi?, claro que si, y a eso le debo la alegría, la fe y la esperanza que tengo, yo no encuentro otra explicación y definitivamente esto me marca.

Si el Señor se ha querido quedarse entre nosotros es porque El sabe que le necesitamos más que el pan que comemos, y si necesitamos un pan para vivir humanamente, Espiritualmente necesitamos ese don del Espíritu Santo para vivir día a día, y ha querido quedarse con nosotros en la Eucaristía para darnos, el don de su Espíritu y darnos la fuerza que nosotros no tenemos.

¿Saben? En muchas ocasiones me han dicho lo hermoso que es Palestina, pero en mi pensar no creo que sea más hermoso que los campos de Boyacá cuando surcamos la carretera que conduce a Tunja, o más hermoso que el parque Tayrona o el Amazonas, o un amanecer llanero en las sabanas de Casanare u otra parte de este planeta. Es posible que la riqueza histórica se manifieste en recorrer los lugares en los que vivió Jesús, que en la actualidad deben estar muy cambiados, pero la verdad, Cristo no está allá, si es por buscar a Jesús lo encuentro en el sagrario, en cualquier sagrario de cualquier templo Católico, ahí está El, El Sumo Portento del Universo, nuestra meta, con quien debemos estar.

Pero me imagino que esto no quiere decir que Dios no escuche las oraciones de los judíos en el muro de las lamentaciones, o las alabanzas de los protestantes en sus templos de garaje, porque el Santo Espíritu, es omnipresente y sin lugar a dudas Dios en su amorosa misericordia atiende sus oraciones. Sería muy triste pensar que no lo hiciera, pero el templo de Yahvé ya no esta en esos lugares, y por mucho que recen los Judíos, y que canten los protestantes, ni está ni estará nunca, pues, el Templo está donde está la Eucaristía, que nos la trae el Espíritu Santo.

Segundo; el Espíritu Santo nos hace vivir una vida cristiana, porque, como lo dijimos antes, nos introduce en Cristo y nos hace Hijos de Dios en Cristo y yo soy amado por Dios Padre en Cristo, de tal manera que me ama como a su Hijo, y me la creo, que soy alguien importante para Dios.

Entonces ser cristiano es algo sumamente importante porque la gracia nos mete en el seno de la Santísima Trinidad. Siendo así, si somos hijos del Padre, tendremos que tener una relación diferenciada con la Santísima Trinidad, pero si vivimos esa vida filial, tendremos que abandonarnos en Dios Padre, por lo tanto que la fe es el abandono en la providencia, en la voluntad de Dios Padre, vivir su providencia Paternal cuando estamos en tribulaciones, cuando tenemos problemas de cualquier índole, así que el primer mandamiento es dejarse amar por Dios, es decir, dejar las preocupaciones en manos de Dios.

De tal manera que cuando nos atacan las preocupaciones y los desconciertos debemos incrementar nuestra relación con Dios, hacernos pequeños, mínimos para pedirle al Padre que salga en nuestra defensa.

El demonio, que aunque muchos teólogos digan que no existe, pero que yo cada día lo conozco más y que su mayor victoria sobre los hombre es hacernos creer que no existe, pero se nos olvida que hay pruebas irrefutables de su existencia, pues, nos mete las preocupaciones y las tentaciones, para hacernos caer en el pecado. Es curioso, una vez que empezamos a orar y pedirle al Dios su asistencia y a María su cuidado, esas preocupaciones desaparecen, y esa es la forma de vivir la relación filial con Dios Padre, pedirle a EL que nos asista en la defensa de nuestro derecho a ser salvados por su Hijo.

Con Cristo nos relacionamos cuando estamos en la Eucaristía, cuando nos encontramos con EL frente a un sagrario. Debemos entender que Cristo es la clave de nuestra vida filial, es el centro, el corazón de nuestra vida cristiana, es importante fijarnos que entramos en la Santísima Trinidad con Cristo, reconociéndonos como hijos en el Hijo. Es nuestro redentor que nos ha liberado del pecado y de la muerte, por eso entramos en el seno de la Santísima Trinidad insertos en el Hijo.

San Pablo fue el que explicó esto de manera magistral y decía. - ¨ Ser con Cristo, Vivir con Cristo.- ¨ De tal manera que podemos decir sin ningún error, que nuestra pasión es Cristo, y vivir por Cristo es estar dispuesto a todo, hasta ofrendar nuestra propia vida por El. Un cristiano es un bienaventurado. Lo más seguro es que va a ser perseguido, señalado, humillado por los que están en contra de Cristo. Pero si ama a Cristo, y por El ofrece su sacrificio, su entrega, por que esta convencido de Cristo, de su amor por nosotros, que dio su sangre por nosotros y esa es la antesala del cielo. Ser cristiano es vivir de Cristo, al lado del amor de Cristo. No somos hijos de Cristo, eso sería una herejía, pero EL es el centro de nuestra vida, la clave de nuestra salvación y de nuestra alegría.

Nos dirigimos al Espíritu Santo cuando oramos por la Iglesia porque todo eso es función del Espíritu Santo y así entramos en el punto tercero; El Espíritu Santo es el que sostiene la unidad de la Iglesia, la Santidad de la iglesia, la catolicidad de la Iglesia. Puedo decir que es un milagro que la Iglesia se siga manteniendo la fe después de 20 siglos y más aun cuando veo esta nueva teología que por lo general ataca la Santa doctrina de nuestra iglesia. Esta parte me recuerda a la Beata Ana Catalina de Emmeric una monja Agustina del siglo XVIII, nacida en Alemania en la población del Dulmen.

En una de sus visiones decía que veía a unos hombre que demolían con fuertes martillazos los pilares de una enorme catedral, estos demoledores eran de la Iglesia Católica y cuando casi la tenían destruida llegaba Nuestro Señor Jesucristo y la defendía; puedo decir que estos demoledores son los que con su nueva teología, minan la tradición Apostólica y la sana doctrina de nuestra Iglesia que por siglos nos ha mantenido, pensando que, con sus nefastos aportes contribuyen al crecimiento de nuestra Iglesia, pero, Jesús ya dijo todo, y está escrito en la revelación pública que son los evangelios, y todo lo que este en contra de ello o del magisterio de la Iglesia entra en un subjetivismo moral que por lo general raya en la herejía.

No me cabe la menor duda que el Santo Espíritu actúa. Cuando uno estudia la historia de la Iglesia se da cuenta que debería haber desaparecido hace mucho tiempo, por las diferentes crisis que ha tenido. Pero la Iglesia no desaparece, siempre surge un movimiento, una persona, o algo providencial suscitado por el Espíritu Santo para que la Iglesia no se caiga, ahora estamos en medio de una fuerte crisis pero curiosamente, en medio de esta crisis el Espíritu Santo nos ha dado del Catecismo de la Iglesia Católica, entre encíclicas y numerosos escritos acordes con el magisterio de la Iglesia, que hacen que algunos teólogos se muerdan los codos de la piedra, bueno en fin, la Iglesia sigue manteniendo la misma fe, por encima de los teólogos modernos que con su necedad quieren cambiarlo todo, dueños del más baboso y tibio relativismo.

Claro que no puedo caer en un sofisma de falsa generalización, pues no son todos los teólogos actuales. Hablo de aquellos que se pegan a los pensamientos modernistas y posmodernistas.

Pero por encima de los cismas, divisiones, apostasías, herejías, y nuevos teólogos modernistas o posmodernistas, la Iglesia siempre ha salido Victoriosa, lo que me hace recordar la promesa de Nuestro Señor Jesucristo.- ¨ Las puerta del Infierno no prevalecerán sobre las puertas de cielo.- ¨ y sabemos que la Iglesia tiene las puertas del cielo porque Jesús se las entrego a Pedro con todo y llaves.

Otros movimientos desaparecen al cabo de algunos años o de algunos siglos, en realidad al marxismo le daban unos quinientos años de vida pero lo que veo ahora es que esta siendo fundido por el mercado de capitales, el existencialismo y cuanto pensamiento existía ya no queda nada ha ido desapareciendo, se han derrumbado las ideologías ya no tenemos ideologías y esto es grave. Solo queremos vivir el momento tratando de gozar y disfrutar a través de nuestras pasiones carnales para no encontrar el inmenso vacío que llevamos adentro y en medio de un mundo en crisis que carece de pensamientos y bamboleado por un modernismo recalcitrante. La Iglesia sigue manteniendo la misma fe y como están las cosas es un milagro y se trata de un milagro del Espíritu Santo.

Pero, cuando la Iglesia está en crisis es cuando el auxilio del Espíritu Santo actúa, con contundencia y amor, y un ejército de Santos, Santos desconocidos, entran a contrarrestar los embates de quienes quieren hacer daño; en lo personal, puedo decir que soy un católico tranquilo, porque el timón de este enorme buque, lo dirige el Espíritu Santo. Hay hombres y mujeres que callados se les nota por la paz que habita en su corazón, la sonrisa que alumbra en sus labios, que el Espíritu Santo dirige sus vidas y son dóciles a su actuar, de tal manera que no me preocupo, porque hay Santos a montones, se les ve, se les siente, se les huele, al perfume que destila el Señor cuando deja regar su amor sobre su Iglesia.

Algunos son beatificados o santificados que son apenas una pequeña selección, pero hay otros calladitos, desconocidos que suscita el Espíritu Santo en el seno de su Iglesia, yo puedo decir que conozco muchos santos, que diariamente asisten a misa y colaboran con las funciones de la parroquia y sé que por Jesús dan su vida. Conozco, a sacerdotes entregados a su Iglesia con un amor in entendible para quienes no ven más allá de la modernidad que les rodea, muchos santos que no subirán a los altares, por eso puedo decir que el Espíritu Santo, mantiene la catolicidad de su Iglesia y catolicidad no significa simplemente que está extendida por todo el mundo, si no que la Iglesia sigue manteniendo todas las verdades universales, tanto en el campo moral como en el social. Es increíble ver que la iglesia católica está en el lugar donde se juega el futuro de una verdad moral humana y puedo asegurar que la Iglesia es la patria de todas las verdades, pues, de seguro que allí donde hay una verdad sobre el hombre esa verdad pertenece a nuestra iglesia.

La Iglesia escribe sobre problemáticas sociales y sobre problemas morales, porque nada de lo que sea profundamente humano puede ser ajeno a nuestra Iglesia y es porque guarda la verdad y Católico significa universal pero también significa verdadero dice San Cipriano Obispo Africano del Siglo XIII.- ¨ Muchas veces vienen paganos preguntando dónde está la iglesia de los católicos, y resulta que los mismos herejes al preguntar diciendo donde está la iglesia Católica, sin darse cuenta la llaman Verdadera y Universal, esa que está en comunión con Roma.- ¨

No debemos tener miedo, pues, Dios saca hijos de Abraham de las piedras, y cuando faltan los sacerdotes, el Espíritu Santo, suscita monjes con aires de santidad, y cuando faltan estos, El Espíritu Santo levanta movimientos de laicos como los Equipos de Nuestra Señora, con fuerza de santidad, así que no tengo miedo ni debemos temer y por ende a la Iglesia no le faltará nunca la fidelidad de su esposo y tendrá siempre la misma fe.

Y mis queridos hermanitos, para terminar, ¿Cómo vivir la vida del Espíritu? Pues, lo primero que debemos hacer es dirigirnos al Espíritu Santo para pedirle su asistencia y caminar con El hacia la santidad, lo hemos leído en muchos libros que nos hablan de los santos, como Santa Teresa que ha fundado conventos o los escritos de Santo Tomás con la suma, o el trabajo de los evangelizadores como San Francisco Javier con sus viajes por el oriente y decimos imposible yo no puedo hacer esto, pero confundimos una gracia especial que es un carisma que el Espíritu Santo le da a una persona para el beneficio de la Iglesia con lo que es realmente la santidad.

Para ser santos no hay que tener gracias especiales, no escribir libros ni fundar conventos, ni largos viajes para evangelizar. Para ser santos solo hacen falta dos cosas, una, dejar nuestras preocupaciones en manos de Dios, vivir la filiación divina abandonándonos en su providencia y no luchar la batalla del amor propio. Solo luchar la batalla del amor de Dios, que es más interesante, la batalla de la verdad, la batalla del bien, la batalla de hacer felices a quienes tenemos a nuestro alrededor con eso somos santos y si se lo pedimos al Espíritu Santo, lo más seguro es que el nos lo concederá, por que son tan pocos los que le piden esta gracia y al Espíritu Santo le sobran horas para trabajar, que nos santifica si se lo pedimos con el corazón pidiéndole los dones que El concede.

El don de sabiduría que significa saborear las cosas de Dios, el don de inteligencia que no se trata de la inteligencia para las ciencias humanas sino la inteligencia para comprender los misterios de Dios, el don del consejo, el don de fortaleza, y este don si que se necesita para vivir la fe y dar testimonio en el mundo de hoy, que es un mundo falso, carente de ideas y de pensamientos, se ha quedado vacío no tiene cimientos para edificar una vida verdadera. El don de piedad, palabra latina Pietas que nos invita a relacionarnos como niños con nuestro Padre Dios, hacernos niños y reconocer filialmente a nuestro Padre.

Debemos orar al Espíritu Santo frecuentemente, que nos de estos dones, pedirle por el Papa, por la Iglesia, por los sacerdotes, pedirle, pedirle, por todo, que El nos ama. Por eso déjenme decirle. Ven Espíritu Divino manda tu luz desde el cielo, Padre amoroso del pobre don de tus dones esplendido, luz que penetras las almas fuente del mayor consuelo, ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo tregua en el duro trabajo brisa en las horas de fuego , gozo que enjuga las lagrimas y reconforta en el duelo, entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos, mira el vacío del hombre si tu le faltas por dentro, mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento, riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero, reparte tus siete dones según la fe de tu siervos, por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su merito, salva al que busca salvarse y darnos el gozo eterno. Amén.

Gracias

De un simple pecador amado por Dios.

Para mis hermanitos.


Carlos Eduardo Román H