domingo, 10 de enero de 2010

LA EDUCACIÓN – LOS PADRES EN ACCIÓN.


¡OJO! - Con los Valores y los Principios.

Hoy en día muchos padres centran la educación de sus hijos exclusivamente en los conocimientos, los idiomas, en las habilidades musicales o las actividades deportivas o en cosas semejantes y atiborran a sus hijos de seminarios, academias, cursos, gimnasios olvidando de manera peligrosa, de hacer de sus hijos personas con criterio, con carácter y personalidad.


Con los esquemas educativos actuales, generalmente vemos chicos de gran fortaleza física pero que son débiles interiormente; con cabezas llenas de conocimientos pero débiles y frágiles ante las amenazas de un mundo salvaje y hostil, convirtiéndose en hombres y mujeres sin principios y valores serios y firmes, y al final dejan a sus hijos indefensos ante el futuro.


Sin lugar a dudas unos padres responsables prefiere dejar de herencia una cabeza bien amueblada que una voluntad fuerte, dejando en el criterio solo un montón de títulos y de conocimientos. Sin embargo lo mejor son las dos cosas; por supuesto, y esto es claro, pero lo que definitivamente no es acertado es sacrificarlo todo en aras de los títulos y los conocimientos, que sin una enseñanza eficiente, en los valores y principios que deben salir de casa, los diplomas títulos, maestrías y doctorados no servirían de nada.


¡Es urgente!. Realmente urgente, lograr que los padres e hijos piensen sobre cómo son, sobre cómo les gustaría ser, y sobre cómo deberían ser; y para lograrlo son vitales esas constantes conversaciones sosegadas con cada hijo; es importante la adecuada comunicación con los chicos. En ocasiones hacen preguntas triviales que de entrada llevan una respuesta lógica, y ese es el momento oportuno de mantener la comunicación procurando formar a un tiempo su cabeza y su corazón, su inteligencia y su voluntad.


Hacerles razonar bien, hacerles capaces de hacer lo que bien deben hacer, y hacerles quererlo hacer libres, verdaderamente libres, con una libertad responsable.

En lo personal, creo que los padres solemos dar más importancia a educar la inteligencia en conocimientos, que a educar la voluntad, y lo digo por mí, y esto es equivocado, y si educamos realmente la inteligencia en conocimientos y voluntad, nuestros hijos no tendrían problemas con la hostilidad de este mundo que suele ahogarlos, pues, cuando las cosas se entienden bien claras y a tiempo, la voluntad seria y coherente que dirige a nuestros hijos los fortalecería en todas sus actividades garantizando la toma de sus decisiones, sobre todo, las que afectaría su futuro.


Pero lo que pasa es que a veces pareciera que la educación de la inteligencia en conocimentos es más inteligente, que educar en los valores y los principios, pero cuando un chico es realmente inteligente se da cuenta de que lo inteligente está en desarrollar la voluntad y saber decir ¡no! cuando debe decir ¡no! Y decir ¡sí! Cuando debe decir ¡sí! De sentirse capaz cuando puede y de sentirse prudente cuando no puede, pues sin esto apenas hará algo en la vida, y que si no se esfuerza, lleva camino de ser uno más de los muchos talentos malogrados por usar poco su cabeza, y como es lógico los culpables de esto solemos ser los padres, y aunque algunos digan que no, la verdad es que es así.


Ahora entiendo cuando se dice que no hay criatura más desgraciada que una gran cabeza huérfana de voluntad, porque esa gran inteligencia, en el evento que exista, lo más seguro es que se pierde sin remedio alguno.

¡Miércoles! Qué difícil es ser padres en esta época.

Espero dejarlos pensando.



Para mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja

1 comentario:

Vero Cohen dijo...

Hola CER, para “educar la voluntad” hay que tener bases para luego proceder con criterios sanos. Ante todo hay que formar conciencias y educar en valores de manera que éstos últimos se conviertan en hábitos (abandonando de esta manera la teoría de los libros para ser una realidad palpable).

Más que ser profesionales atiborrados de diplomas, lo que realmente da la calidad es la clase de personas que son. Si están educados en conciencia y valores seguramente serán pulcros en su actuar; conciencia y valores son entonces faros para una buena voluntad.

En cuanto a la dificultad de ser padres en esta época pienso que siempre se ha dicho lo mismo. Cada generación trae sus retos pero las bases de cada tiempo son siempre las mismas y es ser una persona bien formada.

Siempre han existido peligros pero si queremos lo mejor en nuestra sociedad, debemos ser nosotros lo mejor que ella tenga.
El amor, la amistad, la calidad, la coherencia, la tolerancia, la fidelidad, la prudencia, el compromiso, la responsabilidad, la humildad, la honestidad, la confianza, la lealtad, la perseverancia, la sinceridad, la transparencia, etc., nunca pasarán de moda.