viernes, 17 de octubre de 2008

EL TEMOR DE DIOS, PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA.


Consuelo: Mi Señor Jesucristo, muéstranos a los hombres el camino a la sabiduría y, por tu benevolencia, concédenos el Don del discernimiento de espíritus, para que sepamos distinguir el Bien del Mal y no caigamos en el error.

Señor, concédenos la gracia de no tomar parte alguna en las obras de las tinieblas, obras inicuas que nos apartan de Ti, que nos degradan como a hijos de Dios que nos impiden cumplir tu voluntad.

Jesús.- No dejes de cumplir ni una de mis palabras, antes bien harás con prontitud y sin dilación cuanto te ordeno.

Quien guarda mi palabra y la cumple es sabio (hacer la voluntad Don de la sabiduría de Dios, camino a la Santidad) Los hombres no quieren conocerme, porque desprecian mi Palabra, no admiten mis enseñanzas y ridiculizan el consejo. Olvidan que soy el Señor y que, por encima de sus pensamientos, están mis pensamientos.

Consuelo: Señor, solo Tú eres verdaderamente sabio. Porque ¿Qué mortal puede hacer a ti, Dios inescrutable e impenetrable? ¿Cómo entender tus designios rastrear lo que piensa tu corazón? ¡Ho mi Cristo, mi Dios y mi Salvador ¡ sólo desde la cruz puedo entenderte, porque el sufrimiento me une a Ti. Desde mi pequeñez puedo alcanzarte, por que tu te revelas a los pequeños; y desde el amor me atrevo a decirte que tu eres mío por que eres mi Señor y mi Dueño: yo soy tuya porque me has comprado a precio de sangre, y el siervo pertenece siempre a su amo; Pero sólo cuando recibo tu Santo Cuerpo puedo decir de verdad que el Cielo habita en mi; he abarcado al inabarcable, y el inescrutable, se ha dado a conocer; mi Amado es mío y yo soy suya.

Jesús: Consuelo ciertamente a Dios nadie lo ha visto, porque Dios es Espíritu; pero cuando el Hijo, que es la Palabra hecha carne, muestra su faz al mundo, descubre el rostro del Padre, pues yo soy la imagen visible de Dios invisible.

Tú me preguntas: Señor ¿quién es verdaderamente sabio? y Yo voy a responderte con palabras de la escritura ¨ El hombre que teme a Dios es sabio. ¨

Consuelo: Jesús ¿por qué hablas de temor? Cuando yo amo de verdad a una persona, no la temo, por que sé que nada malo puede ocurrirme estando con ella.

Jesús: La Escritura habla del Santo Temor de Dios, que no es un temor semejante al que conocen los seres humanos, que va ligado al castigo, al miedo a las confrontaciones y, en muchos casos trae consigo odio, venganza y muerte.

El temor de Dios es el principio de la Sabiduría, porque el hombre sabio tiene un sublime conocimiento de la majestad y de la grandeza de Dios, y este conocimiento de la majestad y de la grandeza de Dios, le lleva a la piedad, a la adoración, al respeto y a la reverencia, cumpliéndose lo que está escrito: ¨ Sólo a Dios adorarás. ¨

Lo contrario de la Sabiduría Divina es la necedad; por eso lo necios, hinchados de orgullo, se creen sabios.

Cuando el Hombre olvida la majestad de Dios se vuelve impío: pierde el respeto y la reverencia; adora al mundo, sus pompas y sus obras, en vez de adorar a Dios.

La idolatría es el fruto del árbol de la soberbia y, en sus ramas, hacen indos lo ignorantes; por eso, muchos hombres por falta de conocimiento y de sabiduría divina, aunque se confiesan creyentes, recurren a las artes de magia y de hechicería , consultan los espíritus de los muertos, visitan a los echadores de cartas y recurren a la adivinación, cayendo en las garras de Satanás.

De todos estos males se habrían librado, si hubieran tenido Santo Temor de Dios. Este Don sublime y excelente las habría otorgado sabiduría para discernir el bien del mal, lo que es grato a los ojos de Dios y lo que es, para El, abominable.

Mi Pensar: - La verdad es que en esta parte, me quedé un poco pensativo para tratar de explicar lo que trato e entender. Una pregunta es ¿por que el Santo Temor de Dios? Bueno, digamos que debemos tomarlo más por el lado de la admiración que un alma siente por otra persona, podríamos llamarlo un Temor reverencial, es decir un sentimiento de creer que la persona a la que le tememos la admiramos por que sentimos que es muy superior a nosotros y por ende puede lograr un sin numero de tareas y actos que para nosotros sería muy difícil de superar, Bueno, creo que es por este lado.

En este caso en especial el Santo Temor de Dios es esta admiración, pero con un ingrediente, el amor, es decir, le tememos por que le amamos y en realidad el final de esto es que tememos lastimarlo, por que nos ama, es decir, que en nuestro actuar mantenemos una directriz de comportamiento encaminada a cumplir los preceptos Divinos que son los únicos que no lastimarían a nuestro amado Dios, por lo tanto el Santo Temor de Dios, se traduciría en el Santo Temor de ofender, o herir, o de molestar a quien mas amamos, Dios, por lo que hacer la ofensa que sería el pecar, nos dolería también a nosotros, vaya un poco enredado pero creo que es así, pues así lo siento.

Un ejemplo limitado de esto sería cuando, por causa de nuestro mal humor en una rabieta descontrolada, nos sobre pasamos y con nuestra injusta actitud agredimos a otra persona que no solo la amamos, si no que reconocemos que si no fuera por ella no tendríamos el éxito en nuestro diario vivir, y al final de este grave error, ¿como nos sentiríamos?

Es claro que nuestro corazón estaría muy adolorido y arrepentido y por ende el presentar las disculpas serían más dolorosas, duele, y duele mucho ofender agresivamente a quien nos ama y a quien amamos profundamente.

Es por esta razón que el tratar de ofender nos obliga a conocerle, acatando con obediencia la voluntad de quien amamos y quien sabemos que nos ama, y es necesario que sepamos quien es para que nuestra acciones no solo vallan encaminadas a tratar de no ofenderle si no que estén dirigidas a agradarle.
De un simple pecador amado por Dios.
Para los E.N.S.
Los Gorditines

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