viernes, 3 de octubre de 2008

Desde la MISERICORDIA

Hola Hermanos, como están, espero que bien.

Este primer domingo de pascua, conmemoramos el día de la Divina Misericordia. Y en este día tan especial me hace recordar una historia de uno de los Santos Doctores de nuestra Iglesia, quien por orden del Papa Dámaso I, desarrollo la Vulgata Latina, nuestra primera Biblia.

Cuenta la Historia que San Jerónimo, se encontraba en su trabajo cuando fue llamado por el Papa, - Jerónimo, - le dijo el Santo Padre mirándolo fijamente a los ojos, - he recibido algunas quejas de ti porque estas siendo demasiado estricto con tus colaboradores, me parece que es prudente enviarte a un retiro solitario para que medites sobre tu comportamiento, - Pero, su santidad, - respondió el Santo que humildemente bajaba su mirada, - Aun no he terminado la tarea encomendada,- pero el Papa le interrumpió y dulcemente, como un padre trata a su amado hijo, insistió en su iniciativa, - Jerónimo, acepta, es importante que te retires por unos días y medites en los últimos acontecimiento; recuerda que Jesús lo hacia frecuentemente para encontrarse con el Padre.

De tal manera que obedeciendo a su superior, el Santo se retiró, empacó sus pocas pertenecías y se marchó.

Estando en profunda oración, una luz iluminó su fría y húmeda estancia, - Jerónimo, Jerónimo, - una voz de niño le llamaba, que en el fondo de su corazón el buen hombre sentía, no había duda para el Santo, la alocución era del Niño Dios, - dime mi Señor que quieres de este servidor,- Jerónimo, se acerca mi cumpleaños ¿que me piensas regalar en ese día? El Santo se queda en silencio unos segundos y contesta, - Señor que te podría dar, mi vida Señor, toma mi vida,- Pero Jerónimo, - le dice la juvenil y Divina Voz,- si tu vida es mía yo te la di, mira, dame algo tuyo, - el Santo levanta su mirada, - Señor, mi sabiduría, tómala, mi trabajo, y mi tiempo, son tuyos.- Pero, Jerónimo, tu sabiduría es mía yo te la he dado al igual que tu trabajo y tu tiempo, dame algo tuyo, algo que solo te pertenezca . - El Santo queda perplejo, - Señor, que te puedo dar, todo lo que soy lo que tengo es tuyo Señor, - Jerónimo, dame tus pecados, esos, si son tuyos.

¨ Dame tus pecados ¨ es lo único que podemos entregarle a Nuestro Señor; Nuestros pecados de Palabra de obra y omisión, y es así porque todo lo bueno que somos en nuestro ser con nuestra cualidades, nuestros valores, o nuestras virtudes, vienen de Dios.

Es de suma urgencia que entendamos la importancia de este día tan especial. Un Instrumento de Dios oraba profundamente y le decía - ¨ Señor derrama sobre mí tu misericordia. Ten piedad de mí y, por tu gran Amor, perdona mis pecados: dentro de mí corazón padezco tribulación y angustia. ¨ - Y El Señor le responde.

No debe contristarse tu corazón, porque todo sufrimiento tendrá un final. Sé que tus quebrantos son grandes y hasta podría decirte que son pesados como una losa y que oprimen tu alma, Desearía saber el porqué de este dolor, pero no hay respuesta a tu pregunta: sólo debes aprender a aceptar, porque el misterio de la cruz escapa al conocimiento humano.

Olvida tus pesares, toma papel y escribe, escribe con tu propio estilo y deja constancia de cuanto voy a decir.

Mira. Esto dice el Señor, tu Dios: ¨ El tiempo de la justicia se acerca y, ¿en esa hora trágica, sólo le servirá al hombre, como defensa y baluarte contra los enemigos del alma, mi gran Misericordia. El que beba de esta agua Purísima, jamás tendrá sed, y mi Espíritu le acompañará siempre, Será como un nuevo bautismo, el bautismo de la Misericordia de Dios.

Enderezad las sendas y allanad los montículos escarpados, preparad los caminos del Señor. Porque se acercan días de llanto y de tribulación, de duelo y de pesar sobre los habitantes de la tierra. Muchos hombres elevaran sus ojos hacia arriba, pero solo verán en ella angustia y desolación, aperturas en el alma y quebrantos en el Espíritu.


Los pueblos de la tierra no aprenderán a vivir en paz, y las guerras se sucederán por doquier; porque los hombres no observan la Ley de Dios y deliberadamente hollan la justicia y el Derecho oprimiendo sin piedad a los más pobres y débiles de la tierra.

Aprended, pueblos la justicia y sed justos. Y tu hombre impío, vuélvete a Dios y observa sus mandamientos.[1]


Este es el día en que podemos sumergir nuestra flaqueza en el profundo cáliz de la Misericordia de Dios, así lo hizo saber Jesús a su Instrumento Santa Faustina.

Pero, ¿en sí que es la Misericordia como instrumento de salvación?

El Misterio de la Misericordia de Dios la podemos entender desde la FE. Veamos que nos dice Santa Faustina Kowalska al respecto en su diario.

22 de febrero de 1931.- Cuando lo dije al confesor [48] recibí como respuesta que eso se refería a mi alma. Me dijo, - Pinta la imagen de Dios en tu alma. – Cuando salí del confesionario escuche estas palabras, - Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintaras con el pincel sea bendecida con solemnidad en primer domingo después de Pascua de Resurrección: ese domingo debe ser la fiesta de la Misericordia. Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran Misericordia que tengo a las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Me queman las llamas de la Misericordia deseo derramarlas sobre las almas humanas.

Jesús se quejó conmigo con estas palabras.- ¨ La desconfianza de las almas desgarra mis entrañas. Aún más, Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de mi Amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera mi Muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Hay¡ de las almas que abusen de ella.[2]

Más adelante en el punto 82 [35] nos advierte. Dice la Santa de la Misericordia.- No me dejaré arrebatar por el trabajo hasta el punto de olvidarme a Dios pasaré todos lo momentos libres a los pies del Maestro oculto en el Santísimo Sacramento. El me enseña desde los años más tiernos. Escribe esto: Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de la Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo.

Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del salvador saldrán grandes luces que durante un tiempo iluminaran la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del último día.

Oh Sangre y Agua que brotaste del corazón abierto de Jesús, como una fuente de gracia y Misericordia para con nosotros, Jesús en Ti Confío.[3]

Del Evangelio según San Marcos – 5, 7- 6 - Bienaventurados los Misericordiosos, porque ellos alcanzaran Misericordia.



De un simple pecador Amado Por Dios, para mis Hermanos de los E.N.S.

Carlos

Equipo 68






[1] Libro Maranatta – Consuelo, editorial Consuelo 2000. con las debidas autorizaciones – Impreso en España.
[2] Del libro titulado, Diario de Santa Faustina Kowalska – Ediciones Marian – Press – Stockbridge.
[3] Del libro de Santa Faustina Kowalska

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