jueves, 10 de noviembre de 2011

¡HASTA CUANDO!


Soy parte del problema, ¿Cuándo seré parte de la solución?

Enfermos terminales, personas humanas en miserables viviendas, niños abortados, ancianos temerosos de enfermarse para no ser víctimas de la eutanasia, menores desprotegidos, emigrantes temporales, todas estas personas humanas tienen una característica en común; se trata de quienes no tiene posibilidades de defenderse; podemos decir que tienen en su dignidad, el sello de los derechos humanos, pero solo es, otra mentira más, pues no pueden ejercer su famoso derecho fundamental.

Reúnen lo que un Antropólogo denominaría con el antipático título de ¨ rasgos de selección victimaria.¨ Se trata de los candidatos a sufrir el injusto destino del chivo expiatorio.

EL político totalitarista o el democrático, - eso hoy en día ya no importa en últimas es lo mismo,- los considera como víctimas en las descargas de las acusaciones a él dirigidas o para ser más exacto, son los hechos colaterales que suelen causar al ejercer la fuerza para mantener el falas Estado de Derecho. Y es que es curioso ver, que a través de los medios de comunicación en muchas ocasiones a los inocentes los muestran como culpables o, por lo menos como objetos que soportan las consecuencias de unas medidas presuntamente justificadas, y debo aclarar que me uno a los migrantes en USA, los indignados en Europa, o los Estudiantes en Latino América, entre otras personas humanas, convirtiéndose en los más débiles.

Un gobierno que se precia de la supuesta buena marcha económica del país se enfrenta a su verdadera realidad, una crisis económica que está siendo objeto de comentarios desfavorables en los países vecinos, por no decir del planeta. Pero no crean que estoy hablando solo de lo que en la realidad está pasando en USA, o Grecia, España, Portugal, México, Irlanda, y próximamente Italia, Japón, y demás países que se ufanan de solides económica, sino de lo que está sucediendo en la sociedad de todo el planeta, y que en la realidad los gobiernos nos dicen solo mentiras que teniendo como aliada la testaruda ignorancia popular suelen salirse con su intención, máxime cuando los pueblos haciendo uso de sus cerebros de hormiga, les creen.

Ellos pensaban que todo era susceptible de arreglo con prebendas y subsidios. Pero si lo que falta es en realidad el dinero, no tienen ni idea que hacer, ya que carecen de recursos intelectuales y lo más graves, éticos.

Agobiados por lo que tienen que enfrentar y como hijos del padre de la mentira, hacen uso de su falas inventiva y como medida de escape, ejecutan los planes propuestos por un tal Protágoras de Agreda nacido en la Grecia Clásica. Desvían entonces la atención, utilizando los siempre aliados medios de comunicación (no todos, tan solo el 90% de ellos) hacia objetivos polémicos que pueden presentarse como logros progresistas pero que, en definitiva, contribuyen a aumentar el dominio de los fuertes sobre los débiles.

Así sus agresiones falazmente justificadas quedan impunes y se ganan el favor de grupos poderosos en el ámbito económico y comunicativo.

Y es que como cegados por los medios de comunicación, no nos damos cuenta que después de haber implantado el divorcio exprés y el sonado matrimonio de los homosexuales, se pretende dar otro golpe social de tipo mortal y pasar directamente a la eliminación de vidas indefensas.

Pero como no hay peor ciego que aquel que no quiere ver y peor sordo que aquel que no quiere oír no nos damos cuenta que estamos ante la perspectiva del aborto libre y el suicidio asistido, que no es otra cosa que homicidios legalizados. Como ya no les interesa y constituyen una carga, los emigrantes dejan de ser objeto de una retórica paternalista y se intenta suprimir su contratación para simplemente esclavizarlos. Así se continúe alardeando de políticas sociales quienes soportarán lo peor de la crisis son como siempre los desfavorecidos, que pagan los platos rotos por una mínima élite social y económicamente pudiente insolidaria y prepotente. Son los llamados déspotas.

Dentro de este estallido injusto de normas incongruentes, el efecto rebote de las medidas que contribuyen a desestabilizar y disolver la familia, se registra sobre todo en los más frágiles, los niños, al fin y al cabo el objetivo de los déspotas es afectar a los más inocentes.

Recientemente, estudios sociológicos demuestran que entre los menores se registra un creciente porcentaje de pobreza, dejando como señal a los registrados en familias monoparentales y lo serán los adoptados por parejas homosexuales; vale la pena, comentar que dentro de estos estudios fácilmente encontrados por la red, se encuentra la sociedad española, la sociedad de Estados Unidos, la Inglesa, francesa, y se empieza a notar en Argentina, el estudio continua. Un Gobierno, adornado de figuras decorativas aumenta su irresponsabilidad, puesto que estos figurines son fácilmente manipulados por las fuerzas foráneas que como fantasmas salen de la ONU el Fondo Monetario Internacional, el Banco mundial, La OMS, entre otros y les lleva a aplicar reglamentaciones no experimentadas cuyos resultados negativos para los débiles son previsibles, pero lo quieren obviar. No es airoso el papel de quienes ensayan su progresismo falaz a base de dejar inermes a los peor situados socialmente.

Recientes datos de la OCDE confirman lo que todo observador atento y coherente sabe desde hace años; la educación española hace agua en todo los niveles pero no es necesario estar muy atento como para darse cuenta que la educación de Colombia, Argentina, Chilena, Canadiense, Mexicana, Francesa, en fin, se está hundiendo en las narices de sus directivos ¿porque? ¿Es que acaso la mediocridad de la educación es parte del plan? ¿Cuál plan? Si quieren saber cuál plan, les sugiero que lean lo que escribí años atrás y se darán cuenta que esto ya lo había escrito.

Como dice Daniel Pennac, ¨ la esencia de la enseñanza es el conocimiento, que no se puede adquirir sin esfuerzo y sin exigencia.¨ Pero es que estamos en un estado de estultés a tal nivel, que creemos en las modernas utopías pedagógicas lúdicas, sin darnos cuenta que lo que resulta es un discurso mediático infantil. El saber mismo parece que no interesa a casi nadie y quien paga caro la mediocridad es lógicamente el inocente aprendiz abandonado a su suerte.

Estoy seguro y temeroso de que hay unos límites irrebasables en el deterioro social y ético que sentimos vivir, y por desgracia para esta humanidad agobiada y doliente nos estamos acercando aceleradamente a ellos, pero, antes de llegar al extremo, de seguro se activaran los mecanismos sociales con una potente respuesta civil que diga inequívocamente: ¡Basta ya! ¡Hasta aquí hemos llegado! Y como la solución no puede venir de un gobierno pusilánime y corrupto que constituye más bien la raíz del problema será un estallido de furia popular incontrolada.

Pero, la solución tampoco cabe esperarlo de una oposición vacilante y en ocasiones más obtusa, incapaz de definirse acerca de los valores humanistas que decían defender. La clase política va es a lo suyo, egoístas y petulantes que suelen voltearle la cara a quienes los eligieron y es que esa es la jugarreta del poder, entonces vayamos los ciudadanos a lo nuestro, es la responsabilidad social que tenemos en elegir democráticamente bien y vigilantes para que los déspotas llamados progresistas nos roben lo poco que nos queda, la dignidad; la dignidad de los débiles. La tenemos muy difícil, nos dejamos coger ventaja, pero ¿hasta cuándo?

Para mis hermanitos los A.E y los del ENS en especial el glorioso y los pequeñitos de los Martes

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja


jueves, 3 de noviembre de 2011

UN FUTURO INCIERTO


Estoy Muy Preocupado, ¿Ustedes no?

Es aterrador como han cambiado las generaciones desde cuando yo era apenas un chico, bueno, bueno, bueno, …… eso no quiere decir que soy un viejo, o cucho como me llama mi hijo, pero cuando observo la conducta de los jóvenes de ahora, realmente me preocupa el futuro de la humanidad.

Y es que, son muchos los que renuncian a plantearse personalmente cuál es la verdad de su vida, el criterio que debe orientar la realización, basándose en las decisiones de su autodeterminismo de su historia personal o lo que solemos llamar de manera equivocada la libertad; y se conforman con adecuarse al instante presente. Así que se contentan con vivir de manera mediocre al estándar social establecido, sin molestarse por descubrir su propia originalidad única e irrepetible y como si fuera poco para sumergirse en ese ámbito baboso y mediocre manteniendo permanentemente el temor de escoger algo que les sitúe fuera de la pauta de conducta usual en su ambiente social. Es decir, ¨ ¿Para dónde va Vicente? Para donde va la gente.¨ Simplemente son borregos, borregos, borregos, borregos.

Me refiero a los jóvenes profesionales que se encuentra recién salidos de la universidad y los chicos que están estudiando en los centros educativos secundarios como educandos, pero debo, señalar que existe una responsabilidad en esto del que no se pueden desligar como suelen hacerlo. Se trata de los siempre hipócritas medios de comunicación que continuamente tiran la piedra y esconden la mano, sin embargo no puedo generalizar, es decir, no son todos pero si la enorme mayoría; otros responsables son los centros de educación, llámenseles, Universidades, escuelas o colegios, y claro con la pastosa e indiferencia de unos padres despreocupados que por fortuna no son la mayoría.

Pero lo que más me aterra, es la imperante ideología, que por demás es necesariamente egoísta, de lograr un éxito a muy corto plazo y a cualquier precio, sea como sea, cueste lo que cueste. Pareciere que adoran un proceso material, basado en la injusticia, para encontrar la fama, el triunfo, el poder, y por ende la riqueza, por encima de cualquier otro valor de tipo moral o espiritual, valores estos, ya indiferentes para esta generación. Todo, todo parece valer con tal de instalarse en la vía del dinero y del supuesto prestigio, y peligrosamente establecen conductas, en ocasiones obsesivas y altamente competitivas, sin medir consecuencias de sus actos, en las que por lo general causan daño, apersonas ajenas a sus objetivos, pero esto no les importa porque para estos sujetos el fin si justifica los medios.

Es una generación regida por la competitividad descarnada y casi sin reglas, que a falta de compasión, el desamor, provocan la necesidad de una falsa identidad para parecer más y más de lo que realmente se es, generando un terror desmesurado a perder. De esto salta a la vista, la enorme necesidad de asegurar todo, el carro, la casa, las piernas, los brazos, la vida, todo cuanto nos rodea y nos permite mantener este falas estado de seguridad.

Pero es que, la sociedad actual les plantea unas exigencias tan desproporcionadas y arbitrarias que terminan por abrir en muchos una profunda y grave brecha en los cimientos por lo general frágiles de su autoestima, provocando un sentimiento de inutilidad, que a su vez, desencadena la búsqueda ansiosa del aplauso y el anhelante reconocimiento de los demás. Es más, la propia autoestima es tan débil que depende en todo de la valoración de los demás, de su admiración o el rechazo, lo que sería para esta juventud auto sobredimensionado, simplemente, funesto.

Es tan grave esta situación social que está tan arraigada en la comunidad, que se convierte en una esclavitud de la vida moderna, en la que estos individuos buscan con verdadera ansia la aprobación de sus semejantes, llevándolos a sacrificar en la mayoría de las situaciones, su propia historia, su propia biografía, su propia vocación, y lo más más grave, su propia integridad, para estos sujetos el suicidio si es una opción fruto del fracaso.

Así personas que podría ser muy felices y hacer mucho bien en pro de sus semejantes, dejan en este mundo con el curso de su vida un surco profundo de heridas, o cicatrices, en amistades o familiares que le estimaban, y en el peor de los casos, significativos errores sociales, con consecuencias que duran mucho tiempo en sanear, dando como resultado seres descontentos llenos de ira y rencores que generan más problemas sociales.

Un ejemplo de esto es el sonado caso de los contratistas de Bogotá, capital de Colombia y su mal afamado alcalde; demás sonados casos en donde la corrupción galopante a nivel mundial deja entrever que cada vez más los involucrados son más jóvenes.

El descaro de estos individuos es tal, que, aquello que daña el modo de vida social en la ciudad o comunidad, para ellos se trata de una normalidad o costumbre de los habitantes y que no hay nada de malo en establecer la corrupción en una conducta social. ¡Pero nadie me coacciona! Repiten obstinadamente, dando paso a su desfachatez y estulta conciencia, ¿Nadie? Todos coaccionan ese ilusorio determinismo, que no se arriesga a aceptar responsablemente las consecuencias de actuaciones, personales e irresponsables.

Es claro que donde no hay valores cristianos o normas morales en las que debe imperar el bien común, o principios éticos que permitan establecer de manera clara las conductas sociales que los centros de educación deben fortalecer, y las familias deben forjar, se produce un enorme vacío de individual y responsable ejercicio del propio autodeterminismo: Allí- no obstante las apariencias- todo es coacción.

El indeciso, el irresoluto, es como materia plástica a merced de las circunstancias; y los medios de comunicación lo saben aprovechar sabiendo que cualquiera lo moldea a su querer y, antes que nada, las pasiones y las peores tendencias de la naturaleza herida por el comportamiento errado.

Peligrosa, muy peligrosa, la generación que está apareciendo y aún más peligrosa las tendencias de los medios de comunicación. ¡CUIDADO!

Pero ¿hay solución a esto? La respuesta es sí, pero demanda mucho trabajo para corregir los errores cometidos. En este esfuerzo se deben comprometer todas, y digo todas las instituciones políticas sociales, económicas, jurídicas, del mundo, es decir, es urgente un cambio radical de comportamiento, de lo contrario, nos enfrentamos a la extinción global.

Complicado, el panorama de la humanidad. Creo que esta vez soy muy pesimista a no ser que se pruebe lo contrario.


Para mis hermanitos los A.E y los del ENS en especial el glorioso y los pequeñitos de los Martes

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja